Hola
a todos,
Bienvenidos
a una nueva entrada en “El arte de la educación”. En esta nueva entrada trataré
la actividad que ha sido desempeñada en el aula de Procesos y contextos educativos, donde hemos visto un pequeño
documental llamado Un pulso al fracaso, donde se nos presenta la labor que
realiza la Fundación Tomillo con aquellos jóvenes que han fracasado en sus
estudios y que no pueden volver a tener acceso a la educación secundaria
obligatoria.
En
dicho documental se muestran los casos concretos de tres jóvenes y cómo esta
escuela tiene como objetivo no solo la asimilación de una serie de contenidos
curriculares, sino que se centran sobre todo en la enseñanza de una serie de
normas de convivencia y de educación social que un futuro próximo les permitirá
desenvolverse en un ámbito social y laboral de manera correcta. Además, acuden
también a programas de práctica (por ejemplo, para trabajar en cocinas de
restaurantes) que tienen un doble objetivos: formarles para esa vida laboral e
incluso darles acceso al mundo laboral.
Como
complemento, nos han sido entregados al azar unos papeles con un artículo sobre
el que deberíamos hacer una reflexión en relación con la película. En mi caso
me tocó el siguiente:
Artículo 91.1.1) La investigación,
la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza
correspondiente.
En
este caso, estoy de acuerdo con que debería ser un requisito imprescindible si
lo que queremos es conseguir una educación de calidad en cualquier ámbito: primaria,
secundaria, bachillerato, universidades e incluso estas escuelas de segunda
oportunidad. Cuanto más dinero se invierta en educación más dinero estaremos
invirtiendo en nuestro futuro, es decir, se desarrollarán métodos docentes
mucho más efectivos que tendrán como resultado una formación mucho más
completa, tanto a nivel curricular como a nivel social.
¡Gracias
y nos vemos pronto!
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