martes, 2 de octubre de 2018

Homeschooling


Hola a todos,

Bienvenidos un día más a “El arte de la educación”. En el día de hoy trataré el tema del homeschooling, o lo que viene siendo lo mismo, la educación en casa. Os dejo por aquí el enlace del vídeo que hemos visto en clase para que saquéis vuestras propias conclusiones antes de leer las mías, siendo la última de ellas la que me ha sido asignada al azar con el título competencia para aprender a aprender.


Lo primero que se me viene a la cabeza es la burbuja sobreprotectora en la que los niños se encuentran dentro de la casa. La niña entrevistada menciona la posibilidad de acceder algún día a la Universidad y está claro que, después de haber pasado tu vida y tu adolescencia dentro de un ámbito familiar sin relacionarte con gente de tu edad (aunque acudas a clases extraescolares, no estás en un ámbito escolar) vas a contar con un hándicap muy importante a la hora de relacionarte con tus compañeros y realizar, por ejemplo, trabajos en grupo. Y si hablamos de un futuro más lejano con la vida laboral… el problema va a seguir vigente, pues no van a saber desenvolverse con tanta facilidad en un ambiente tan opuesto a su burbuja de educación familiar.

Otro de los aspectos que se me ocurre es el tema de las evaluaciones, mencionadas por el joven durante el breve vídeo. Se nos dice que las pruebas de evaluación son realizadas vía on-line, a través del ordenador, y que no se puede copiar porque el sistema cuenta con un programa que evita la apertura de pestañas en el navegador con el fin de consultar cualquier duda. Sin embargo, este “sistema de seguridad” hace aguas por todos los sitios, porque estos jóvenes puedes copiar perfectamente consultando algún libro en su propia casa o más rápido aún, consultando el móvil.

Lo único que se puede salvar dentro de este sistema alternativo de educación es el acceso rápido, inmediato y eficaz a las TIC, porque al final tienes tus propios aparatos en casa y puedes trabajar con ellos tanto para realizar tareas como para ver contenidos audiovisuales que completen aquellos que estás aprendiendo en casa.

Pero, porque siempre hay un pero, volvemos a ver fallos en este “sistema educativo” y es el que se corresponde con el papel que me fue asignado. Me refiero a la habilidad para adquirir competencias que nos permitan organizarnos el tiempo y la metodología de estudio, desarrollar nuestro pensamiento… al final estamos en casa y cuando nuestra madre/padre deje de actuar como profesor estará detrás de nosotros pendientes de si hacemos las tareas o no, por lo que no podremos convertirnos en personas responsables de nuestros actos y decisiones.

En conclusión, que esta propuesta educativa carece de los medios y de los mecanismos necesarios para ser realmente efectiva. Es cierto que nuestro sistema educativo no es el mejor. De hecho, si os dijera lo contrario os estaría vendiendo humo, pero está ahí por algo y nuestro objetivo no es otro que tratar de mejorarlo para que, día a días, sea un sistema más eficiente, dinámico y efectivo.

¡Nos vemos!

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