Hola
a todos,
Bienvenidos
un día más a “El arte de la educación”. En el día de hoy trataré el tema del
homeschooling, o lo que viene siendo lo mismo, la educación en casa. Os dejo
por aquí el enlace del vídeo que hemos visto en clase para que saquéis vuestras
propias conclusiones antes de leer las mías, siendo la última de ellas la que
me ha sido asignada al azar con el título competencia
para aprender a aprender.
Lo
primero que se me viene a la cabeza es la burbuja sobreprotectora en la que los
niños se encuentran dentro de la casa. La niña entrevistada menciona la
posibilidad de acceder algún día a la Universidad y está claro que, después de
haber pasado tu vida y tu adolescencia dentro de un ámbito familiar sin
relacionarte con gente de tu edad (aunque acudas a clases extraescolares, no
estás en un ámbito escolar) vas a contar con un hándicap muy importante a la
hora de relacionarte con tus compañeros y realizar, por ejemplo, trabajos en
grupo. Y si hablamos de un futuro más lejano con la vida laboral… el problema
va a seguir vigente, pues no van a saber desenvolverse con tanta facilidad en
un ambiente tan opuesto a su burbuja de educación familiar.
Otro
de los aspectos que se me ocurre es el tema de las evaluaciones, mencionadas
por el joven durante el breve vídeo. Se nos dice que las pruebas de evaluación
son realizadas vía on-line, a través del ordenador, y que no se puede copiar
porque el sistema cuenta con un programa que evita la apertura de pestañas en
el navegador con el fin de consultar cualquier duda. Sin embargo, este “sistema
de seguridad” hace aguas por todos los sitios, porque estos jóvenes puedes
copiar perfectamente consultando algún libro en su propia casa o más rápido aún,
consultando el móvil.
Lo
único que se puede salvar dentro de este sistema alternativo de educación es el
acceso rápido, inmediato y eficaz a las TIC, porque al final tienes tus propios
aparatos en casa y puedes trabajar con ellos tanto para realizar tareas como
para ver contenidos audiovisuales que completen aquellos que estás aprendiendo
en casa.
Pero,
porque siempre hay un pero, volvemos a ver fallos en este “sistema educativo” y
es el que se corresponde con el papel que me fue asignado. Me refiero a la
habilidad para adquirir competencias que nos permitan organizarnos el tiempo y
la metodología de estudio, desarrollar nuestro pensamiento… al final estamos en
casa y cuando nuestra madre/padre deje de actuar como profesor estará detrás de
nosotros pendientes de si hacemos las tareas o no, por lo que no podremos
convertirnos en personas responsables de nuestros actos y decisiones.
En
conclusión, que esta propuesta educativa carece de los medios y de los
mecanismos necesarios para ser realmente efectiva. Es cierto que nuestro
sistema educativo no es el mejor. De hecho, si os dijera lo contrario os
estaría vendiendo humo, pero está ahí por algo y nuestro objetivo no es otro
que tratar de mejorarlo para que, día a días, sea un sistema más eficiente,
dinámico y efectivo.
¡Nos
vemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario