martes, 16 de octubre de 2018

Asesoramiento, coach, tutoría...


Hola a todos,

Bienvenidos un día más a “El arte de la educación”, donde trataremos en esta ocasión el tema de los orientadores, tutores, asesores… La actividad consiste en intentar definir en qué consisten las siguientes profesiones que mencionaré a continuación, pensar si podría añadir alguna más a la lista y diseñar un proyecto formativo para mí o para alguien en concreto, con el fin de que se conviertan en alguien que desempeñe alguna de esas profesiones.

Son cinco las profesiones que se nos ha propuesto analizar, concretamente: coach educativo, tutor, orientador, asesor e “influencer”. ¿Qué tienen todas estas profesiones en común? Que en todas ellas se tiene como objetivo influir en alguien, transmitirle una serie de valores e ideas que sean capaces de transformarnos en modelos a seguir para esas personas. Además, profesiones como la de tutor y orientador cuentan además con el objetivo de ayudar a los alumnos o a cualquier persona que tengamos a nuestro cargo a escoger la elección más adecuada para su futuro, cercano o lejano, en base a las experiencias que ellos mismo nos cuentan, ofreciendo una serie de consejos meramente orientativos que después pueden ser seguidos o no. Es decir, en este apartado se vuelve la vista a lo comentado en la anterior entrada, que si no has leído te recomiendo que le eches un vistazo (te dejo aquí el enlace).
En cuanto al poder añadir alguna opción más similar a la lista yo creo que no, o por lo menos a día de hoy, cuando estoy redactando esta entrada, no se me ocurre ninguna profesión o similar que pueda incluir dentro de esa lista.


Respecto al proceso formativo, lo voy a escribir como si fuera para mí mismo, con el fin de llegar a convertirme en tutor. Ser tutor es algo muy complejo. Ser tutor significa tener un grado de responsabilidad aún mayor con tus alumnos, pues no eres un profesor más, eres esa persona con la que van a hablar tus compañeros de profesión sobre un alumno en concreto, eres esa persona a la que tus alumnos van a transmitir sus problemas e inquietudes y eres esa persona que llevará colgada del pecho la tarea de ayudarles en todo lo que puedas y la tarea de orientarles cuando la situación así lo requiera, bien en un problema menor o, por ejemplo, a la hora de decantar sus estudios del lado de las ciencias o de las letras, una decisión que bien puede marcar sus futuro (o no). Lo primero es tener ganas, estar motivado para algún día llegar a ser tutor y lo segundo es leer, leer mucho respecto al tema de la orientación y apoyarte en tus compañeros de profesión, en aquellos que ya actúan o han actuado como tutores, para tomar ideas o resolver dudas que se te planteen. Pero lo más importante es eso, tener vocación y saber que seguramente algún día tengas a tu cargo una clase entera y que tus alumnos dependerán, probablemente, de ti y de tus consejos o ayuda.

Eso es todo por hoy, nos vemos!

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